Itinerario del desamor

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Desempolvaría -en las noches en las que aceche la cicatriz de tu ausencia- las tinieblas que se han acumulado en tu almohada y confiscaría las telarañas que le nacieron a la esperanza (cuán vano es el oficio del olvido: incitar a la mano a trazar espirales sobre las cenizas del recuerdo). O podría lanzarme -en las tardes en las que mi voz calculara el peso de tu silencio- a las hendiduras de una adolescente extraviada o a las riberas de una mujer desesperada (cuán vacío es el placer que se consuela con la inexperiencia y con el desasosiego). Me hundiría, incluso, en un noviazgo de calles ciegas, ventanas enrejadas y punzante final o, si la suerte es benigna, en una relación de noches borrosas (cuán sordo es el amor que no escucha los rugidos del pasado). Me lanzaría, quizás, a pescar -en el río del azar- futuros que atrajeran envidias ponzoñosas, mujeres intrigantes y automóviles con choferes endomingados o -si el dolor rasguñara mis entrañas- rastrearía sueños que encarcelarían el sosiego tras las rejas de la ilusión (cuán nocivo es el deseo que nos arrastra a las cunetas de las obligaciones)…

4 comentarios

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4 Respuestas a “Itinerario del desamor

  1. Pero no voy a hacerlo…
    ése el mensaje de los corazones rotos 😉

  2. Diego Niño

    … pero no lo haré, porque continúo amándote…
    (ese es, en efecto, la respuesta del enamorado)

    Gracias por la vista y por el comentario

    Saludos desde la fría, y no pocas veces lluviosa, Bogotá

  3. Que hermoso poema al derrotero del desamor me imagino por las calles húmedas de Bogotá. Un gusto leerte Diego. Besito

  4. Diego Niño

    El desamor es peor cuando se vive bajo un cielo plomizo y se transita por calles húmedas…

    Gracias por visitar nuevamente mi bitácora

    Un abrazo desde la fría, y no pocas veces lluviosa, Bogotá

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