Inspirado y dedicado a Marjorie -vendaval que arrebata, mano que edifica-.
El deseo acechante me induce – acaso por vías de la paradoja- a anhelar que no te materialices en piel acezante, en mano urgente ni en pasión satisfecha; quisiera, por el contrario, que continuaras siendo la sombra de una nostalgia, la brisa que esparce las cenizas de tu recuerdo, la oquedad en mi almohada y el azúcar que se disuelve en una novela. Pero el amor pide tributo a sus arrendatarios: la reminiscencia de tu ternura enciende, en las noches hirientes, la necesidad que seas concreta como la rosa y la soledad hace tangible los abismos de la ausencia. En ese instante, mi niña linda, pido al cielo para que dejes de ser las líneas que trazo en el pizarrón, la silla donde tejías o la estela de una caricia, y te transformes en la mano que me guía en las tinieblas del destino…
Quedan tres semanas, me materializo o me quedo siendo sombra de una nostalgia??? simplemente soy. . .
eres la aurora que sonríe, crepúsculo que evoca, silencio que transforma…
Te amo con todas las fuerzas de mi alma!!!