Hay días en los que la vida se levanta con la mirada fría y el cuerpo gris; camina lentamente y está malhumorada. En estos períodos debemos escuchar sus consejos y aguardar que la brisa atice la hoguera de sus ojos. En otras ocasiones, por el contrario, se levanta sonriente y pasea por la casa con collares de flores y ojos de algodón. En ese momento debemos danzar con ella, cantar todas las mañanas y enamorarnos todos los atardeceres…
Hermoso!
(Disculpa la parquedad pero ando de los pelos)
Besos desde mi rincón del Sur!
Tienes toda la razón, mientras se pueda hay que disfrutar los momentos bellos, por desgracia los malos siempre llegan, así que intentemos que la vida sea algo menos gris de lo que ya es o al menos cambiemos el tono de gris.
Los días malos lo mejor es intentar salir y entretenerse, a poder ser junto a los amigos o a alguien con quién charlar, así olvidamos un rato la tristeza.
Cómo no seguir leyéndote, sabes lo mucho que me gusta.
Gracias manuela por la visita y por el comentario.
Un beso desde la fría y lluviosa región del norte
Tienes razón mi dulce Capitana: lo mejor que podemos hacer en los días en los que la vida se torna esquiva es salir a intimidar el plomo de la tristeza con las mansas palabras de los amigos.
Un abrazo desde la fría y lluviosa Bogotá
PD: gracias por la devoción.